Las cafeteras son únicas porque producen una amplia gama de sonidos según la fase de preparación del café. El aislamiento acústico es fundamental para minimizar la transmisión de sonido al exterior a través de la estructura y así reducir el nivel promedio general. Si bien estos aparatos proporcionan descanso auditivo entre procesos, algunos pueden resultar muy intrusivos e incómodos.
Por esta razón, es fundamental aislar los componentes más ruidosos, como las cuchillas de molienda. Además, es fundamental minimizar los ruidos de líquidos fuera del proceso de vertido del café, ya que crean una sensación de fuga que puede obligar al usuario a detener la máquina para comprobar si hay grietas.