La envolvente del edificio debe contar con un aislamiento acústico adecuado, como acristalamiento y revestimiento de fachada ventilada, para controlar la entrada de las fuentes de ruido asociadas, como motores y despegues de aviones. Además, debe ser robusta para soportar entornos a menudo hostiles, a veces semiexteriores. Dado que estos espacios suelen ser grandes atrios con múltiples funciones (tiendas, restaurantes, mostradores de información), es fundamental controlar los largos tiempos de reverberación que pueden distorsionar los anuncios de voz y causar una acumulación de sonido desagradable. Incorporar acabados robustos que absorban el sonido es importante para controlar estas reflexiones no deseadas y así evitar, por ejemplo, perder un vuelo o tren a su destino, y brindar una experiencia agradable y cómoda.
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